martes, 9 de abril de 2013

El Culebrón 3º


.............El Seta la criticaba, como Susana jugaba a ser de izquierdas, pero le hacia el juego ya que le rentaba mucho su amistad.)


     Susana llamó al doctor Vázquez pero no lo localizó. Llamó a su consulta y la enfermera le informó que estaba haciendo la autopsia de Amelié y que estaría liado durante un tiempo. Al conocer la noticia a Susana le cambió el color no solo el de la cara sino el de todo el cuerpo y tuvo que sentarse durante un rato.¿Porque la hacían la autopsia?  Luego se fue al dormitorio y se tomo un par de transiliuns, bajó la persiana y puso una cinta de esas de meditación que lo único que consiguen es que te quedes cuajada durante suficiente tiempo como para olvidar porque te tomaste las pastillas. Costumbre habitual en Susana. Fran, su hijo le decía que era mejor que volviera a fumar porros, que seguramente hasta ella tendría sentido del humor. Lo que no sabía Fran es que los fumaba a escondidas pero no le hacían buen efecto.
     Sabía que no se había portado bien con Amelié, que había boicoteado todos los intentos de amistad, que todo había sido un ataque de celos, pero la daba igual. Nunca supero que se hiciera amiga de su hija Esther y la hizo la vida imposible.
    Volvió a marcar el numero del doctor y se volvió a encontrar con la misa respuesta. Era verdad que iban a hacer la autopsia a Amelié pero el doctor Vázquez había dado la orden que siempre se le pusieran trabas. La enfermera había desarrollado tanta destreza en las, digamos, excusas, que las había extendido a su propia vida sin pensar que algún día podría verse perjudicada en un ambiente donde todo el mundo sabe si estas en la ducha o leyendo un periódico. Susana empezó a ponerse realmente nerviosa.
    A la menopausia le dio un subidón y se puso a sudar como si estuviera en la sauna del oasis de la tranquilidad.