Bitácora - Abejas Náufragas

Bitácora – sábado - Mayo

Abejas Náufragas

Kayak; saliendo a la bahía – empiezan a aparecer las abejas náufragas flotando en la superficie del mar sin poder despegar, ya que tienen las alas mojadas. Con mucho cuidado pongo la pala del remo debajo de la abeja y la levanto. Ella misma se agarra a la pala. La dejo caer en la proa del kayak. Si estamos cerca de la playa las llevo a tierra firme y si no se quedan a bordo donde el sol y la brisa del mar se ponen a secarles las alas. Dependiendo de su grado de agotamiento en el momento del rescate tardan más o menos (a veces nunca), en levantar vuelo.

Alguna abejas se ponen en la punta de la proa, cual Kate Winslet en Titanic, (ya sé, una analogía poco afortunada), y algunas se van andando a popa para el despegue, no sé con qué criterio. Al pasar por donde estoy sentada en el estrecho kayak, reprimo el pánico que siento y no las empujo por la borda al agua. La imagen de mí misma, forjada a base de salvar muchas vidas estaría seriamente comprometida con semejante patinazo. Santa Mimi, Auxiliadora de las Abejas.
Pero Piscicótica a la vez, me saltan a la mente las palabras de San Bernardo de Clairvaux (santo oficial): “El infierno está empedrado con buenas intenciones”.

¿ Las abejas náufragas no estarán cumpliendo un importante paso en un ritual de muerte natural? ¿Mi bienintencionada intervención no las estará privando del acceso a su paraíso abejuno?